TEMAS E IDEAS: Vivo sin vivir en mí, por Ancrugon



 Vivo sin vivir en mí
Ancrugon – Mayo 2011-

Vivo sin vivir en mí… Santa Teresa de Jesús y San Juan de La Cruz, como buenos amigos, coincidieron en la misma definición del tema que nos ocupa. Y es que los místicos sólo tenían un pensamiento en sus cabezas y empeñaban sus vidas en lograrlo… Pero no sólo a ellos les consumía esa fijación, pues la obsesión es algo tan común entre los humanos como respirar…

Obsesión, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, se define mediante dos entradas: Primera, “perturbación anímica producida por una idea fija”. Y segunda, “idea que con tenaz persistencia asalta la mente”. Pero cualquiera de ellas nos sirve para nuestro comentario.

La obsesión es una fuerza que se apodera de nosotros y nos deja sin voluntad y dinamita nuestra resistencia … No vemos la realidad y la imaginación ocupa el lugar de la razón, así todo aquello por lo que vivimos se nos presenta de una manera idealizada e irreal, pero no nos damos cuenta… o no queremos…

Entonces, la vida de la persona poseída se vuelve un martirio, un sacrificio constante, porque lo deseado debe ser inalcanzable, de lo contrario la obsesión desaparecería… Lo platónico, lo imposible, lo fantástico alimentan al dragón y este va creciendo y creciendo en nuestro interior hasta adueñarse de nuestro ser completamente.

Un trastorno obsesivo crea en nosotros una serie de actos compulsivos que nos hacen perder el tiempo y nos llena de angustia y nos produce un fuerte perjuicio en las relaciones con quienes nos rodean. Y en ello no intervienen ni las drogas ni las medicaciones a causa de una enfermedad… La obsesión se alimenta de sí misma y de nuestra ceguera…

Impulsos, imágenes, pensamientos… es decir, una serie de ideas persistentes que aparecen una y otra vez en nuestra mente, como intrusos que se adueñan de nuestro hogar y nos van arrinconando para hacer solamente lo que ellos quieren. No podemos controlarlo, aunque nos demos cuenta de que somos sus esclavos y que incluso puede ser ajeno a todo lo que es común en nuestra forma de vida o educación… Aunque todo individuo sabe reconocer que las obsesiones son producto de sus propias mentes y no algo impuesto desde fuera.

Las obsesiones pueden manifestarse de muchas maneras: como aprensiones, dudas, necesidades posesivas, aspiraciones, impulsos agresivos, deseos, lascivia… Y normalmente causan frustración y ansiedad por no poder satisfacer esa urgencia, porque la obsesión es como la sed en el desierto y nunca, nunca se calma…

Los místicos, como Santa Teresa o San Juan, estaban obsesionados por alcanzar la verdad, la luz, por unirse espiritualmente con Dios… lo curioso de este caso es que sólo lo podían lograr una vez muertos: “Vivo sin vivir en mí, / y tan alta dicha espero,/ que muero porque no muero.” Y emplearon toda su existencia en lograr esa meta, y dejaron de vivir la vida normal y cotidiana para dedicarse por entero a la contemplación y oración donde ellos creían que estaba la purificación, algo imprescindible para la unión mística que tanto anhelaban…

En el amor terrenal, la persona que cree amar puede volverse posesivo y cruel, y necesita sentirse dueño del otro y poder controlarlo y manipularlo, interpretando como falta de amor cualquier actitud de independencia. En estos casos, un individuo obsesionado pierde su propia identidad, enajenando su vida y desarrollando una relación enfermiza con los demás, porque el miedo a perder a la persona querida le hace ver fantasmas y situaciones imaginarias por falta de fe en el otro…

Ambos son amores neuróticos que no pueden ser satisfechos jamás…

De igual modo podemos definir a la fijación por la propia imagen, donde el espejo es el mayor enemigo y hay una ofuscación en vernos equivocadamente… Aunque existen diversos factores que nos llevan a ello, como los sentimientos o el estado de ánimo, las ideas preconcebidas, el ambiente sociocultural que nos rodea, la moda, la publicidad, los medios de comunicación…

O la obcecación en lograr metas cada vez más imposibles, ir más allá de los límites que nuestras fuerzas y nuestro sentido común nos marcan. O perseguir quimeras que en nuestra cabeza se van haciendo más y más grandes, más y más necesarias…

La realidad de las cosas muchas veces no es como creemos, pues nuestros sentidos bastante a menudo nos engañan y percibimos lo que nos rodea distorsionado por el prisma de nuestro subjetivismo. De ahí que las obsesiones se basan más en productos de nuestra imaginación que en hechos de la realidad.

EN LA LITERATURA

Múltiples son los ejemplos literarios que tratan sobre la obsesión en alguna de sus facetas, por lo que sería demasiado extenso hacer una relación de los mismos, pero, como ejemplo, podemos mostrar algunos libros cuyo título es “Obsesión”.

OBSESIÓN, de Johathan Kellerman - 2007

Del género de ciencia ficción.

Patty Bigelow pensaba que por fin había conseguido enderezar su vida, pero de repente, su rebelde hermana Leila abandona a su hija, Tanya, en la puerta de su casa. Tía y sobrina aprenden con dificultad a vivir juntas con la ayuda profesional del doctor Alex Delaware, psiquiatra.

Ahora, quince años después, Tanya acude de nuevo a la consulta de Alex porque la unica madre que ha tenido, Patty Bigelow, ha fallecido dejando a la joven un extraño legado: le confesó, en su lecho de muerte, haber matado a un hombre años atrás. Este acto de barbarie abrirá inevitablemente un túnel al pasado en el que los secretos, junto con los cadáveres, han sido profundamente enterrados.

OBSESIÓN, de Karen Robards - 2008

Katharine Lawrence sobrevive a un terrible atentado contra su vida, solo para convertirse en una especie de extranjera en su propia casa… Cuando Katharine recobra la conciencia sobre el suelo de la cocina, se pone de pie y se acerca tambaleándose al espejo, el bello rostro que ve reflejado en él le resulta familiar, pero extraño. La casa le resulta extraña. Las ropas que viste le resultan extrañas. ¿Es posible que el trauma que sufrió después del ataque le haya producido una especie de amnesia? Tiene veintinueve años, trabaja como secretaria del director de la Agencia Nacional de Seguridad y se siente feliz de estar viva. Y también sabe que no puede confiar en nadie.

OBSESIÓN, de Ruth Rendell

Las andanzas de un aprovechado que vive a costa de las mujeres constituirán el punto de partida de esta historia de simulaciones, engaños y muerte. Jeff Leach, el casanova carente de escrúpulos que años atrás abandonara a su esposa, será víctima de sus propias maquinaciones: para librarse de Minty, una de sus amantes, le hará creer que ha fallecido en un accidente.


EN EL CINE


La obsesión es un tema bastante recurrente en el cine y ha dado, a lo largo del tiempo, muchos frutos de diversa calidad. Sin embargo ahora nos conformaremos con cuatro de las películas más representativas que llevan por título esa palabra.


 
OBSESIÓN, de Douglas Sirk - 1954

Película norteamericana de 1954, dirigida por Douglas Sirk e interpretada por Rock Hudson y Jane Wyman entre otros en los principales papeles.

Helen acaba descubriendo, tras la muerte de su marido, un famoso médico, que está completamente arruinada. El doctor, que cobraba muy altas minutas, repartía después, de manera anónima, el dinero. La muerte del médico coincide con el accidente que sufre un joven multimillonario llamado Merrick. Helen y él, a pesar de que sus caracteres son opuestos, van a permanecer unidos por una serie de extrañas circunstancias.

 
OBSESIÓN, de Francisco Lara Polop - 1974

Película española de 1974, dirigida por Francisco Lara Polop e interpretada por Victoria Abril, Teresa Almendros, Lina Canalejas, Jaime Gamboa. Jesús Puente y Laly Soldevila en los principales papeles.

Nino es un adolescente que está enamorado de la hermana de su mejor amigo, el cual se burla de él pues su hermana es mucho mayor. Este amor se convierte en una obsesión para Nino, pero mientras tanto se consuela con Angelines, la sirvienta que trabaja en su casa.


 
OBSESIÓN (WICKER PARK) , de Paul McGuigan- 2004

Película norteamericana del 2004, dirigida por Paul McGuigan e interpretada por Josh Hartnett, Rose Byrne, Matthew Lillard y Diane Kruger en los principales papeles.

Cuando Matthew ve a Lisa por primera vez, ésta se convierte en su obsesión. La ve al pasar por delante del escaparate de la tienda en la que él trabaja y se enamora de ella. Él la y consigue conocerla y llegan a tener una relación. Todo parece perfecto hasta que un día ella desaparece sin dejar rastro. Pasan dos años en los que Matt ha rehecho su vida, aunque todavía la recuerda y se atormenta con preguntas sin respuesta. Un buen día, cree ver a alguien en un bar que podría ser ella... Entonces comienza una obsesiva búsqueda de la mujer que le robó el corazón unos años antes y quizás de alguien que ahora está jugando con su mente. Moviéndonos en el tiempo adelante y atrás de un modo intrincado, y revelando la historia desde varias perspectivas, veremos cómo la búsqueda de Matthew de la verdad le conducirá cada vez más al fondo de un misterio, del que cada revelación será más terrible que la anterior. La pasión puede transformarse en obsesión, y Matthew descubrirá que a veces es posible amar demasiado a alguien.

RETRATO DE UNA OBSESIÓN, de Steven Shainberg- 2006

Película norteamericana de 2006, dirigida por Steven Shainberg, e interpretada por Nicole Kidman, Robert Downey Jr., Ty Burrell, Harris Yulin, Jane Alexander, Emmy Clarke y Genevieve McCarthy en los principales papeles.

En contra de los deseos de su adinerada familia, Diane Arbus se enamora de Lionel Sweeney, un enigmático mentor que la introducirá en el mundo de los marginados, y que ayudará a Diane, una mujer tímida, a convertirse en una de las más prestigiosas y originales fotógrafas del siglo XX.

EN LA MÚSICA



OBSESIÓN, de Aventura - 2009

Para finalizar nada mejor que dejarlo con alegría y moviendo nuestro cansado cuerpo cargado de tantas obsesiones al ritmo de una linda bachata…




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