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Mostrando entradas de diciembre 9, 2012
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El volumen de una sombra El Volumen de una Sombra. Temporada 1ª. Entrega 9ª Noviembre de 2011     "Imposible" es una palabra resbaladiza y como el hielo se derrite al calor de unas manos y la luz saca de ella colores de arco iris que nos devuelven la esperanza, porque "imposible" es una palabra que huye cuando suena una canción y la sonrisa construye entonces castillos en el aire donde poder contar estrellas. Ancrugon

TEMAS E IDEAS: Contar estrellas, por Ancrugon

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En el escenario solamente hay un taburete en la parte izquierda. El fondo es un telón. Los personajes que aparecen son: un hombre joven, vestido con un traje de chaqueta usado, sentado en el suelo; otro, más mayor, con bata blanca de doctor, leyendo unos papeles, sentado en el taburete; tres personas vestidas de flores, con un maillot verde y grandes pétalos de colores rodeándoles la cabeza, charlando al fondo, y otras tres, con botas, capas azules y coronas de cartón, dispersas por allí y sin hablar con nadie. DIRECTOR: (Con tono de fastidio). Pasemos a la siguiente escena… A ver, que vengan los Principitos… Se acercan los tres de las capas y coronas  y van tomando todos asiento frente al director. DIRECTOR: (Mirándolos sorprendido) . ¿Qué pasa?... ¿Hemos perdido a dos?... HÉCTOR: Raúl y Carlos se han ido al baño, ahora vuelven. DIRECTOR: ¿Los dos juntos?... HÉCTOR: Siempre van juntos al baño… El le corta con un gesto. DIRECTOR: Calla, calla, mejor no qui

MIS AMIGOS LOS LIBROS: El perfume, de Patrick Suskind, por Ancrugon

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En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales. Aquí relataremos su historia. Se llamaba Jean-Baptiste Grenouille y si su nombre, a diferencia del de otros monstruos geniales como De Sade, Saint-Just, Fouchè Napoleón, etcétera, ha caído en el olvido, no se debe en modo alguno a que Grenouille fuera a la zaga de estos hombres célebres y tenebrosos en altanería, desprecio por sus semejantes, inmoralidad, en una palabra, impiedad, sino a que su genio y su única ambición se limitaban a un terreno que no deja huellas en la historia: al efímero mundo de los olores. En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata, las cocinas, a col podrid

LA LETRA Y LA MÚSICA: Castillos en el aire, de Alberto Cortez, por Ancrugon

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Hay una época en la vida de toda persona en la cual se cree posible lograr todo aquello que va surgiendo a cada paso, es ese periodo de la vida en el que, todavía con las ilusiones intactas, te asomas al balcón del futuro y lo que ves son horizontes y horizontes por conquistar; todo está ahí, al alcance de las manos, para tu disfrute, para tu gozo… y comienzas a crear efímeras quimeras que el tiempo y la realidad se irán encargando de destrozar. Sí, es cierto, esto es una visión pesimista de la vida, pero no me negaréis que es la más generalizada, esa que la inmensa mayoría de la gente, que se considera sensata, posee y hace su lema, y de ella surgió esa frase que da título a nuestro artículo: “castillos en el aire”. Hacer castillos en el aire es, según el Diccionario de la Real Academia Española: “Ilusiones lisonjeras con poco o ningún fundamento.” Normalmente tiene este significado peyorativo y categórico y se emplea para rechazar ideas que se consideran irrealizables. Pero ta