CAJÓN DE SASTRE: Antonio Machado: Poeta simbolista, por Raúl Molina
París a principios de siglo XX
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Este mes he decidido darle un
enfoque diferente a esta sección, ya que voy a tratar tan solo a un poeta, Antonio
Machado.
Comitiva fúnebre de Antonio Machado en Collioure |
En 1903 publica Soledades, que será revisado y publicado de nuevo en 1907 junto a otros poemarios con el título de Soledades. Galerías. Otros poemas. Ese mismo año se traslada a Soria, como profesor de instituto, donde conocerá a la joven Leonor Izquierdo, su futura mujer. Ella muere tres años después, lo que influirá notablemente en su devenir poético. En 1912 publica Campos de Castilla, una obra con un tono poético muy diferente al de sus publicaciones anteriores, ya que deja de lado la estética modernista para adentrarse en las descripciones de los paisajes castellanos idealizados a través de los cuales realizará una búsqueda espiritual. Publicará diversas obras durante los próximos 20 años, tanto de poesía como de teatro en colaboración con su hermano Manuel. Machado tuvo que marchar a Valencia en 1936, pero cuando la situación allí era insostenible para La República se fue a Barcelona junto a su anciana madre, en un difícil viaje por esa España dividida por una guerra, con un final más que claro, que los amenazaba de muerte a cada paso. El día 28 de enero de 1939, por la tarde, llegan a Collioure donde morirá el 22 de febrero, supuestamente de asma, dejándonos como testamento su último verso: Estos días azules y este sol de la infancia.
Rubén Darío |
Como veremos posteriormente en los poemas es muy
interesante el simbolismo, es decir, Machado va a utilizar toda una serie de
símbolos muy repetidos en sus composiciones que tienen dos significados, uno
literal y uno simbolista o alegórico. Por ejemplo, cuando nos habla de la noria
se refiere en una primera lectura al objeto físico, pero si ahondamos más en el
símbolo nos daremos cuenta que representa la monotonía o el paso del tiempo.
Ello va a hacer que podamos hacer dos lecturas del poema: la primera literal,
lo que estamos leyendo tal y como lo estamos leyendo; la segunda la simbólica,
en la que deberemos pensar qué significado tiene cada uno de los símbolos que
utiliza.
Por último, es muy importante resaltar que las poesías
modernistas van a tratar de poner a los cinco sentidos en marcha mientras se
está leyendo. Por ejemplo, el cromatismo será muy utilizado, es decir, la
utilización de palabras o elementos que nos remiten a los colores, que tendrán
también sus propios significados simbólicos.
Por tanto, vamos a jugar a descifrar a Machado partiendo
de lo que os acabo de decir y de los significados de los siguientes símbolos:
Tarde, crepúsculo: El final del día se
equipara al final de la vida; edad adulta; vejez.
Imagen tras el vidrio: Imagen no real,
soñada, onírica
Camino: Camino de la vida
Morado: Muerte
Negro: Muerte
Blanco: Pureza o muerte
Agua: Si corre como en un río es la vida.
Si está parada es la muerte.
Fuente: Puede ser la vida o la muerte
Galerías: Galerías del alma
Mañana: El nuevo renacer; la vida; la
juventud;
SOLEDADES:
Poema XV
La calle en sombra. Ocultan los altos caserones
el sol que muere; hay ecos de luz en los
balcones.
¿No ves, en el
encanto del mirador florido,
el óvalo rosado de un rostro conocido?
La imagen, tras el vidrio de equívoco reflejo,
surge o se apaga
como daguerrotipo viejo.
Suena en la
calle sólo el ruido de tu paso;
se extinguen
lentamente los ecos del ocaso.
¡Oh angustia! Pesa y duele el corazón...
¿Es ella?
No puede ser..
Camina... En el azul, la estrella.
Lo más interesante de este poema es
el aura de misterio que lo rodea, muy del gusto romántico, corriente que
influyó a los modernistas, pese a que en muchos casos se empeñaran en negarlo.
En esa primera lectura literal del poema se nos cuenta como una persona ve a
través de un cristal la imagen de una mujer que desaparece como si de un mero
reflejo se tratara. En la segunda lectura podemos ir un poco más lejos: vemos
como nos sitúa en un primer momento en una calle en sombra mientras la tarde
está cayendo, es decir, unos claros símbolos negativos (esta aura negativa es
refrendada por el léxico del poema: daguerrotipo
viejo, ecos del ocaso, angustia….). Allí es donde el protagonista parece haber visto la imagen de una mujer que
se desvanece si dejar rastro a través de un cristal, dejándolo de nuevo solo en
la calle donde tan solo queda el ruido de sus pisadas. En los dos últimos
versos se lamenta, su angustia y pesadumbre han hecho que piense que el mero
reflejo de la Luna o de una estrella en el cristal le haya parecido su amada.
En definitiva, nos encontramos ante un poema de difícil interpretación en el
que lo que prima por encima de todo es el misterio que lo rodea y el
romanticismo que emana.
DEL
CAMINO: Poema XIII
Las ascuas de un crepúsculo morado
detrás del negro cipresal humean...
En la glorieta
en sombra está la fuente...
con su alado y
desnudo Amor de piedra,
que sueña mudo.
En la marmórea taza
reposa el agua muerta.
De nuevo el simbolismo es clave a la
hora de entender este poema. En primer lugar, nos está describiendo
literalmente un paisaje crepuscular en el que tras un cipresal hay una glorieta
sombreada donde reposa el agua en una taza de mármol. Por supuesto, el poema no
tiene únicamente esta simple lectura, sino que podemos verlo desde el punto de
vista simbólico y comprobaremos que nos remite a la muerte: en el primer verso se hacen
constantes referencias al color morado, que representa la muerte; en el segundo
más de los mismo pero en este caso con el color negro y el cipresal (árbol que
como sabemos suele estar en los cementerios); en el tercero cambia y se centra
en una glorieta en sombra donde nos dice que hay una fuente (la fuente puede
simbolizar la vida, pero también la muerte si el agua está estancada); en el
cuarto nos habla de un amor de piedra (la piedra también es lo estático y en
muchos casos la muerte) que puede que ser una estatua de Cupido; en el quinto nos
habla de la existencia de una taza marmórea, es decir, de color blanco, el cual
representa en este caso no representa la pureza sino la muerte; por último, en
el sexto se reafirma esa idea, ya que aparece el agua reposada, de la que dice
de forma explícita que está muerta.
GALERÍAS:
Poema X
Y nada importa
ya que el vino de oro
rebose de tu copa cristalina,
o el agrio zumo enturbie el puro vaso...
Tú sabes las secretas galerías
del alma, los caminos de los sueños,
y la tarde
tranquila
donde van a
morir... Allí te aguardan
las hadas silenciosas de la vida,
y hacia un jardín de eterna primavera
te llevarán un
día.
Este breve poema está lleno de
elementos simbólicos. Poe ejemplo, en la primera estrofa se hace referencia a
lo sensorial, sobre todo a partir de los colores, aunque también con el gusto
(agrio zumo). En esa misma estrofa es interesante el contraste entre el vino de oro y el agrio zumo, es decir, lo positivo y lo negativo, que nos dirá
que nada importa. No importa nada porque el poeta sabe ya los secretos de las
galerías del alma, es decir, conoce la verdad de la vida y de los sueños (esto
último un elemento de clara influencia romántica). Al final del poema parece
hacer referencia a la muerte a través de elementos religiosos como el jardín de eterna primavera. En resumen,
parece querer expresar que al yo poético no debe importarle nada cuando ya
conoce la verdad de la vida y los sueños; ni siquiera se debe preocupar por la
muerte hacia la que inevitablemente se dirige, ya que para él será un jardín de eterna primavera.
Por último, os dejo unos poemas sin
analizar para que los disfrutéis vosotros mismos y les deis vuestras propias
interpretaciones.
SOLEDADES:
Poema XI
Yo voy soñando
caminos
de la tarde.
¡Las colinas
doradas, los verdes
pinos,
las polvorientas
encinas!...
¿Adónde el
camino irá?
Yo voy cantando,
viajero
a lo largo del
sendero...
- La tarde
cayendo está-.
"En el
corazón tenía
la espina de una
pasión;
logré
arrancármela un día:
ya no siento el
corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y
sombrío,
meditando. Suena
el viento
en los álamos
del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que
serpea
y débilmente
blanquea
se enturbia y
desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda
espina dorada,
quién te pudiera
sentir
en el corazón
clavada".
DEL
CAMINO: Poema II
Daba el reloj
las doce... y eran doce
golpes de azada
en tierra...
— ¡Mi hora!
...—grité. El silencio
me respondió:
—No temas;
tú no verás caer
la última gota
que en la
clepsidra tiembla.
Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla
vieja,
y encontrarás
una mañana pura
amarrada tu
barca a otra ribera.
DEL
CAMINO: Poema XVI
Al borde del
sendero un día nos sentamos.
Ya nuestra vida
es tiempo, y nuestro sola cuita
son las
desesperantes posturas que tomamos
para aguardar...
Mas ella no faltará a la cita.
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